La tarde el 27 de junio, Edith Alarcón Beltrán (70) salió a comprar pan, tal como acostumbraba todos los dÃas, sin embargo, aquella vez la loca carrera de dos vehÃculos causó una tragedia que tiene sumida en el dolor a una familia y que a la vez clama por justicia.
A dos meses de su fallecimiento, sus hijos, no han descansado para que su caso sea conocido por todos, ya que consideran que no hubo los debidos cuidados médicos. “Está claro que el desenlace podrÃa haber sido el mismo, pero si a nuestra madre la hubieran atendido como se debe, nos habrÃa quedado al sensación de que se hizo lo humanamente posible para salvarle la vida”, indicó Gerardo Hinojosa, uno de sus hijos.
Los más grave apuntan sus familiares es que Edith Alarcón, debido a su grave estado, debió quedar internada en Concepción y no ser derivada de vuelta a hospitales de baja complejidad. “Mi madre fue atendida en Cañete, luego trasladada a Curanilahue, y posteriormente a Concepción, allà como no habian camas disponibles la devolvieron a Curanilahue, acá se repitió y terminó de vuelta en Cañete. No obstante, la gravedad obligó a los médicos de Cañete a derivarla nuevamente al centro penquista, donde pereció sin recibir las atenciones médicas. Sólo se le hizo un escáner”, precisó su hija Mariana Hinojosa.
Frente a esta doloroso momento la familia de la vÃctima ya tomó la decisión de buscar a través de la vÃa judicial que los responsables de eventuales negligencias respondan por la muerte de esta conocida vecina de la ciudad histórica. Asimismo, esperan que el chofer identificado como Jorge Castillo Carrasco sea sancionado por la responsabilidad que le cabe en este lamentable accidente de tránsito.