Las tareas de los botes y lanchas concentraron el rastreo a unos 17 kilómetros de distancia (mar adentro) de la Mocha, ya que habÃa presencia de una mancha de combustible en el agua. De hecho dos buzos mariscadores, autorizados debidamente por personal de la Armada, se sumergieron en varios puntos con el obejto de buscar rastros o evidencias de la aeronave pilotada por Mario Hanhs.
“Hay una mancha superficial que se mueve con el oleaje y con el viento, y estimamos que podrÃa provenir del avión desaparecido”, apuntó Ramón Freire, buzo mariscador que realizó inspecciones bajo el mar. Este mismo hombre de mar proveniente de la comuna de Tirúa encontró restos de un corcho quemado a unos 25 metros de profundidad y en el sector que estaba la mancha de combustible.
“PodrÃa ser aceite o de bencina lo que hay en el mar, pero los buzos no pudieron encontrar nada, ya que esta mancha se ha movido. Nuestra experiencia no hace creer que el avión capotó en el agua y luego se hundió sin dejar muchos rastros (…) no perdemos la esperanzas de dar con ellos, pese a que estos primeros dÃas de búsqueda no han dado los resultados esperados”, indicó José Navarro otros de los pescadores que participó de la búsqueda.