El presidente Sebastián Piñera encabezó la ceremonia de inauguración del hospital Kalvu Llanka (Joya del Universo) de Cañete, sin embargo, no todo fue miel sobre hojuelas como lo tenÃan planificado las autoridades de salud de la zona, ya que para el pueblo Mapuche el centro asistencial sólo lleva un nombre que vincula una aparente interculturalidad, ya que aún no se ha incorporado la medicina ancestral.
El primer mandatario entregó oficialmente este moderno recinto de salud a la comunidad, cuyo costo superó los 23 mil millones de pesos. “Esperamos que este hospital sea reconocido como el primer hospital intercultural de verdad que se construye, se piensa, se planifica desde su diseño, su arquitectura para reflejar esa comunión entre la medicina ancestral de los pueblos originarios y la medicina occidental”, dijo Piñera.
Respecto de la cuestionada pertinencia intercultural del hospital cañetino, representantes del pueblo Mapuche a los cuales se les impidió ingresar y debieron conformarse con escuchar de lejos las palabras del presidente de la República, no dejaron pasar el momento y expresaron su molestia.”Se habla de medicina Mapuche y ni siquiera hay componedores de huesos, yerbateros o parteras como se pensó originalmente. Se ha cometido una tremenda discriminación, ya que han pasado a llevar nuestros derechos de ser atendidos según nuestras creencias”, reclamó Juan Epullán, dirigente del sector de Huape.
“Hoy se inaugura el hospital intercultural, el primero como se jactan las autoridades, y aún, no se sabe como se trabajará nuestra medicina. Acá no hubo Nguillatun antes que ingresara el primer paciente al hospital. Además hoy se trajo a Mapuche que no tienen ninguna representación, por tanto, no corresponde que hablen por todos nosotros”, señaló Patricio Cona, presidente de la comunidad indÃgena Caupolicán de la localidad de Lleu – Lleu.El consejo de Lonkos, autoridades del pueblo Mapuche, culpó en un comunicado público a la directora provincial de salud de ser la principal opositora para que los Mapuche participaran activamente del proceso para poner en funcionamiento el nuevo hospital intercultural de Cañete. De hecho este consejo se restó de participar de la ceremonia inaugural.
Lo que suponÃa serÃa una verdadera fiesta para toda la comunidad cañetina se transformó en un evento restringido sólo para algunos privilegiados. “No nos dejaron pasar, seguramente, porque somos indeseados o peligrosos. Espero por el bien de nuestra salud que nos nos traten de esta forma cuando lleguemos por atención”, fustigó con dureza, Juana RamÃrez, una de las vecinas que se quedó con las ganas de participar de la tan esperada inauguración del recinto hospitalario.