- Integrantes de comunidad indÃgena de Tirúa trabajaron en la producción de plantines horticolas y manejo de fertilidad de suelo, como parte de innovador proyecto agroecológico que en conjunto ofrecen el Instituto de Investigación Agraria INIA y la Corporación Nacional de Desarrollo indÃgena CONADI.
Serán 80 los beneficiaros que directa o indirectamente se beneficiarán de las capacitaciones que profesionales del área de la agrononomÃa ofrecerán durante las próximas 15 semanas en Tirúa, localidad ubicada al sur de la provincia de Arauco donde la falta de autonomÃa sobre la obtención de hortalizas se transformó en una oportunidad para el actuar de estos profesionales que diseñaron un plan metodológico basado en los requerimientos de las comunidades indÃgenas que prioriza la conservación de identidad y valores ancestrales.
La primera capacitación se realizó el 30 de septiembre, para ello cuentan con un invernadero de 100 metros cuadrados donde se implementó un sistema de riesgo, y es en este lugar donde la producción de plantines de hortalizas se transformó en la primera instancia de acercamiento a las nuevas tecnologÃas agrarias que tuvieron los beneficiarios, todos ellos integrantes de la Comunidad Mapuche Miguel Yevilao.
En una segunda cita, los profesionales enseñaron a los asistentes el manejo de fertilidad de suelo a través de las técnicas de compost, bokachi y vermicompost.
– Abono compuesto o compost (mezcla de residuos orgánicos tanto de animales como vegetales). Mejora el suelo al aportar microorganismo, además de mantener un buena calidad del suelo al reducir plagas y enfermedades en las plantas. Capacitación que consideró, el manejo de materias primas y proceso de compostaje, que otorgan ventajas al suelo como la mejora de se fertilidad con una tecnologÃa a bajo costo, puesto que el compost utiliza desechos locales.
– Bokachi (abono orgánico de origen japonés). Estimula el crecimiento y desarrollo de los cultivos, mejora fertilidad y vida del suelo a base de componentes como el guano, y otros menos comunes como el afrechillo o yogurt. Siendo este un biofertilizante mucho más rápido que los tradicionales y es además un gran antioxidante. Las plantas en tanto adquieren caracterÃsticas especiales que las hacen resistentes a enfermedades. En cuanto al suelo, este mejora su porosidad, retención de humedad. La fabricación de bokachi incluso puede significar una fuente adicional de ingreso al ser comercializado por las comunidades indÃgenas.
– Vermicompost (humus de lombriz). Se alimentan de residuos orgánicos e inician su descomposición. La capacitación busca brindar las herramientas para generar lechos apropiado dónde las lombrices puedan incluso duplicar su población en un periodo de un mes, lugares donde se producirá el humus que cuatro meses más tarde ya puede ser cosechado y utilizado como biofertilizante.