La escena es cautivante. Un profesor entra en su sala, lleva a sus alumnos al laboratorio del colegio, al patio, a la biblioteca o simplemente les propone un desafÃo en el aula. A veces es sólo una pregunta, un problema, una historia o música lo que moviliza y los transporta a un lugar que facilita su aprendizaje. Sin embargo, sabemos que detrás de eso hay mucho más.
Hay un profesor o un equipo de docentes que han experimentado y aprendido de su experiencia. Que saben cuáles son las claves para movilizar a sus estudiantes, para trabajar colaborativamente y asà construir entre todos, nuevas comprensiones. Hay compromiso, profesionalismo y muchas horas de experiencia y de reflexión.
El resultado es evidente. Se escuchan risas, se ve la complicidad, se desarrolla la amistad y desencadena la enseñanza y el aprendizaje mutuo.
Estas caracterÃsticas son las que cada vez están más presentes en nuestras salas de clases y comunidades escolares. DÃa a dÃa miles de profesores buscan la forma para innovar y entregar a sus alumnos herramientas distintas que faciliten el aprendizaje, el desarrollo de habilidades y el gusto por aprender.
Según cifras entregadas por el Ministerio de Educación, en Chile se registran 234.527 docentes trabajando en distintos recintos educacionales. De ellos, casi el 90% lo hace en el sistema municipal y particular subvencionado. Asimismo, el 82% trabaja activamente en las aulas aportando al desarrollo de nuestros niños. Según datos entregados por Elige Educar en 2017, 6 de cada 10 profesores declararon estar felices con su trabajo y un 70% aseguró disfrutar sus funciones diarias.
¿No es alentador este escenario? Claro que sÃ. En Fundación Educacional Arauco llevamos 29 años acompañando y fortaleciendo el trabajo de los profesores en contextos de ruralidad, y estamos convencidos que ellos son los actores fundamentales en este cambio. En todos estos años, hemos visto profesores comprometidos, innovadores y conscientes que con su trabajo generará mejores experiencias a sus alumnos, a los padres y a las escuelas donde están inmersos.
Isidora Recart, Gerente Fundación Educacional ARAUCO.