Región, Lunes 20 de Febrero de 2017 a las 8:12

GLADIADORES EN PIE DE GUERRA HICIERON LLOVER TOMATES EN QUILLÓN

En Quillón llovieron tomates. Y no es exageración si se toma en cuenta que más de 123 toneladas del vegetal se pusieron a disposición de cientos de personas que se atrevieron a entrar a la medialuna La Esparraguera para armar una batalla campal.
Con agradables 24 grados al exterior, pero más de 40 en el ruedo, los gladiadores lanzaron tomates a todo lo que se moviera. Bomberos colaboró bajando la temperatura con más de 10 mil litros de agua.
“Lo más interesante de esto es que batimos un récord planetario, pasamos las 123 toneladas de tomate. En España no se ha llegado aún a esa cifra. Quiero agradecer las últimas donaciones de tomate que se hicieron a última hora, porque eso nos permitió posicionarnos en el primer lugar. Además, ésta ya se ha transformado en una fiesta tradicional en Chile”, indicó el alcalde Alberto Gyhra.
Más de 5 mil personas presenciaron la séptima versión de la Guerra del Tomate de Quillón. Y aunque intentaron guarecerse, no tuvieron éxito y fueron víctimas de los frutos reventados.
“Es segunda vez que vengo, pero primera que entro al ruedo. Dentro uno lanza tomates y recibe con adrenalina, pero afuera se empiezan a sentir lo dolores de los golpes. Entré para acompañar a mis hijos, porque el año pasado entró mi esposo y ahora me tocó a mí. Me gustaría repetir la experiencia”, contó Lorena Muñoz, quien viajó de Concepción exclusivamente a la fiesta.

GUERREROS EN SU SALSA
Un pequeño gigante de las comunicaciones animó el evento. Óscar Álvarez “Oscarito” visitó por primera vez el Valle del Sol, llevándose una grata impresión de la comuna y en especial del evento. “No sabía que la guerra del tomate se hacía aquí en Chile, no estaba en mis libros. Pero me encantó Quillón, he recorrido mucho y es muy lindo. Me tocó instar y hacer como el ángel malo para que la gente se tirara tomates y ejerciera violencia con tomates”.
Unos por primera vez y otros ya más experimentados combatieron con cascos y escudos protegiendo su rancho. Si hasta las Tortugas Ninja tuvieron su aparición en la medialuna, pero no precisamente en su rol de héroes.
“Fue una excelente experiencia. Es segunda vez que participo, pero ahora me decidí a entrar a la guerra. Nos motivamos con un amigo a entrar y lo hicimos, es que esto se vive una vez al año, así que había que hacerlo no más”, comentó Francisco Catalán, turista de Santiago.
Padres contra hijos, matrimonios, pololos; sin duda se trató de una batalla todos contra todos, que de una u otra forma demuestra que la Guerra del Tomate ya es parada oficial dentro de la parrilla turística a nivel nacional.