Reginaldo Freire y Emeterio Millanao no sólo saben su oficio o “don” como ellos lo definen. Son también, desde un tiempo, Tesoros Vivos de la Humanidad y estrellas de la XVII versión de la muestra campesina que organiza INDAP en Santiago.

Localizados en el centro mismo de la exposición, los componedores de huesos de Tirúa han recibido a los más diversos medios de comunicación y también del público que visita la muestra. Entre ellos, la figura señorial de María Cristina Martínez, una actriz de comerciales de televisión y revistas especializadas, dada su figura de “abuelita” y, entre otras cosas, “paciente” desde hace ya varias décadas de don Reginaldo, a quien visita en Quidico al menos una vez al año para tratar de un problema muscular que la acompaña desde que era una joven enfermera.

Casada con un médico pudo más, sin embargo, el conocimiento del componedor del Biobío a quien, junto a su marido (hoy ya fallecido), entregaban sus dolencias musculares, de los huesos, en fin, todo lo que la ciencia médica mira desde lejos y con no pocos prejuicios.

“Pero ocurre –cuenta don Reginaldo- que un día hace ya casi 60 años tuve que colocar mis manos para aliviar los dolores de un vecino y de ahí en adelante no paré nunca más”. Don que sin duda lo llevó a obtener el galardón de “Tesoro vivo de la humanidad”, que otorga la UNESCO, a través del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes en nuestro país.

¿Difícil el reconocimiento de la medicina tradicional? “Sin duda, responde Emeterio. Pero hoy eso ya no es problema pues estamos trabajando con un sistema de derivación con el Centro de Salud Familiar (Cesfam) de Tirúa”, en la costa sur de Concepción donde cuentan con el aprecio y respeto de las autoridades locales y habitantes del pueblo y los alrededores.

“En mi caso, recuerda María Cristina, antes de conocer a don Reginaldo, y como mi marido era médico, fui vista por más de 60 especialistas. Ninguno de ellos supo qué tenía y los remedios fueron todos infructuosos, hasta que me hablaron de los verdaderos milagros que estaban haciendo en Quidico y lo fui a consultar”.

A partir de ahí, y como todos los que conocen el trabajo de los componedores, nunca más dejó de tratarse con ellos. A su lado, don Reginaldo y Emeterio la miran con respeto porque ambos saben que más que una persona agradecida, los regalonean con sus palabras y gestos de amistad… pero más que eso, con la gratitud de aquellos que finalmente han podido colocar fin a sus dolencias.

Andrés Castillo, director regional de INDAP, destacó la labor realizada junto a los pueblos originarios por el equipo de la agencia de área de Cañete, “sabemos de la importancia de rescatar nuestras tradiciones y que tenemos la misión de trabajar para enaltecer la cultura de nuestra región. La medicina ancestral también es parte de la cultura del mundo rural, y el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet, a través de INDAP, rescata y promueve, junto a los pueblos originarios, tanto con programas de desarrollo territorial, el PDTI, como con acciones de fortalecimiento de la cultura mapuche”.