Alrededor de 20 hortaliceras mapuches de las comunidades Francisco Namoncura, Gerónimo Ancalao, Lorenzo Quintrileo y Miguel Yevilao, se reunieron con el especialista Luis Devotto, del Centro Tecnológico de Control Biológico (CTCB) de INIA Quilamapu, para adquirir conocimientos y destrezas que les permitan producir hortalizas sin recurrir a pesticidas quÃmicos. La charla mencionó los orÃgenes de los insecticidas, como el DDT, que en las décadas de 1940 y 1950 permitió combatir insectos vectores que transmitÃan enfermedades tan letales como la malaria, fiebre amarilla y tifus. Posteriormente el uso repetitivo e innecesario de insecticidas de amplio espectro derivó en aparición de nuevas de nuevas plagas, contaminación ambiental y presencia de residuos quÃmicos en las personas. Desde entonces se trabaja en controlar de manera menos invasiva y más natural los animales, plantas y microorganismos que tienen un efecto negativo en la producción agrÃcola. La inclusión de organismos como método de control de plagas es la propuesta que el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), ofrece para que comunidades indÃgenas de Tirúa desarrollen la producción de hortalizas y venta de plantines de manera agroecológica, en convenio con la Corporación Nacional de Desarrollo IndÃgena (Conadi),
En la comunidad “Miguel Yevilao”, ubicada en Ponotro (Tirúa), se desarrolló este miércoles la capacitación temática que es parte de este innovador proyecto, que en la zona es ejecutado por el brazo técnico de INIA Quilamapu en la provincia de Arauco, el Centro de Transferencia Tecnológica y Extensión “CTTE Arauco Sustentableâ€. En la cita se compartieron experiencias locales de los agricultores y a partir de ello nacieron también las consultas y respuestas del experto.
El comunero Juan Parra Ulloa compartió con los asistentes su amor por el cultivo, “me gusta y estoy trabajando en un invernadero, pero tuve mucha baja en los tomates este año, perdà la mitad o aún más. Cuando tomaba tomates para clasificarlos me salÃan más picados que buenos”, explicó y señaló estar contento porque en las capacitaciones se les da el apoyo que necesitan para seguir trabajando los cultivos; compartió que sus proyecciones lo hacen pensar en tener un vehÃculo para reparto de sus verduras, por lo que quiere que sus cultivos tengan menores porcentajes de pérdidas y asà salir adelante en su negocio de venta de tomates.
El entomólogo y experto en biocontrol de insectos, Luis Devotto, compartió con los interesados efectivas técnicas de control biológico que por lo demás son muy económicos. “Siempre hay cosas que uno tiene catalogadas como residuos en la casa, y que se les puede dar una segunda oportunidad; como por ejemplo las botellas plásticas o el cartón. También hay productos que la gente desconoce el uso alternativo que pueden tener, como por ejemplo, el aceite comestible”, expuso el profesional.
Otra participante, la señora Erma Rifo, se sorprendió por la gran cantidad de vida microscópica existente en las plantas: “Son insectos que unos los ve y los conoce, pero no sabe qué trabajo hacen esos pajaritos, es importante conocerlos y también protegerlos después cuando suban a las plantas, para que esos insectos maten a otros y asà controlar a los causantes de los daños”, explicó con bastante entendimiento la agricultora que hasta antes de la capacitación pensaba que todos los insectos causaban daño a sus plantas. Su compañera, Juana Yevilao, destacó la importancia de aprender sobre las plagas, “Queremos aprender para que no lleguen a nuestro huerto, y no quedarnos mirando cómo las plagas se comen nuestras verduras”, sintetizó la mujer agradecida por estas periódicas instancias de aprendizaje.