Las continuas alzas de combustibles tienen con el agua al cuello a los transportistas de Cañete, más aún cuando esta comuna tiene uno de los combustibles más caros del paÃs. El panorama es desalentador para los transportistas, ya que se anuncian nuevas alzas y las ganancias cada vez son más bajas.
Aquiles Fuentes, dirigente de la Asociación Gremial de Transporte Forestal y Carretero de Cañete, precisó que “estamos muy complicados porque somos microempresarios pequeños que debemos competir de igual a igual con los grandes transportistas, no obstante, para ellos les resulta más fácil, en cambio a nosotros las alzas de combustibles juegan en contra de nuestros costos de gestión y operación. Se nos estrecha el margen de utilidad”.
“En lo particular cuando sube el petróleo sube todo y nosotros los micro empresarios quedamos al medio, ya que no recibimos ningún tipo de subvención. Debemos arreglarnos por nuestros propios medios. Esta vulnerabilidad nos hace siempre estar alertas y muy tiritones porque dependemos de las condiciones del mercado”, agregó el tesorero de asociación que agrupa a los camioneros forestales y de carreteras de la ciudad histórica.
Para Óscar Jeldres, empresario local ligado al rubro del transporte de pasajeros, las alzas de los combustibles afectan los costos y el funcionamiento de su empresa. “Hoy el litro de petróleo está a 670 pesos, el precio más caro de toda la región y asà no podemos competir. Nuestros motores tienen un rendimiento de tres kilómetros por litro (…) es fácil sacar la cuenta de cuánto gastamos en cada viaje a Concepción y eso a la postre repercute en nuestros usuarios”, apuntó el propietario de Buses Jeldres.
En Cañete, el precio de la bencina de 93 octanos llegó a los 814 pesos por litro, la de95 a 831, la de97 a 851, y el diesel a 670. Sin duda, lejos la más cara de toda la provincia de Arauco. En Lebu por ejemplo se ahorran casi 25 pesos por litro en el petróleo. Por esta razón la gran mayorÃa de la gente a diario ocupan sus vehÃculos sienten que las alzas son casi insostenibles. “El combustible caro nos obliga a subir los precios, pero si los subimos nadie nos contrata. AsÃ, es muy difÃcil sobrevivir”, señaló Manuel Monsálvez, cañetino que se dedica hace más de 20 años a realizar fletes en su camioneta.
Daniel Roa.