La caída de una menor que paseaba en bicicleta en febrero, y que salvó ilesa, y el vehículo que se precipitó el fin de semana a las aguas del Río Leiva desde una altura de 20 metros dejan al descubierto lo peligroso que resulta pasar por el llamado “Puente sin Barandas”, viaducto ubicado en la parte sur poniente de Cañete y que conecta la población Cardenal Silva Henríquez con la localidad de Ponotro.

“Acá ha muerto gente y se han producido una serie de accidentes que se podrían haber evitado”, relató Carlos Huenul, cañetino que utiliza este puente a diario para trasladarse hasta su lugar de trabajo en el campo.  Así como los peatones transitan todos los días por el lugar también circulan un número no menor de automóviles.  “Es arriesgado cruzar en auto por acá porque al mismo cruzan personas”, contó José Martínez, automovilista que usa este puente para ingresar hacia Cañete.

El último accidente de tránsito en que se vieron involucrados dos Carabineros que se desplazaban en un móvil particular y que salvaron de milagro tras precipitarse al torrente de agua desde una altura de 20 metros hicieron aparecer de nuevo el fantasma del temor que siente los pobladores cada vez que utilizan este antiguo puente ferroviario, que tras ser declarado en desuso fue habilitado para el tránsito de vehículos y peatones.  A raíz de estos hechos el municipio y la comunidad realizan las reparaciones para evitar una tragedia.

Respecto del accidente protagonizado por los efectivos policiales desde la prefectura se informó que el carabinero que iba tras el volante fue dado de baja, ya que los primeros peritajes indican que conducía el vehículo tras haber ingerido alcohol.  Hay que mencionar que todavía resta conocer el resultado de la alcoholemia.  No obstante, también se debe precisar que aquella noche había escarcha sobre el puente, lo que habría jugado en contra de los ocupantes del vehículo, lo que por milagro salvaron ilesos y sólo con principio de hipotermia.

Daniel Roa