Con sólo un año utilizando kettlebell o pesas rusas, Camilo Jorquera ya es campeón nacional y el segundo mejor a nivel internacional. Lo llaman Newenche por su fuerza tanto física como personal y también por sus orígenes cañetinos, donde las tareas campestres lo obligaron desde pequeño a desempeñarse utilizando la destreza física, la misma que hoy se convirtió en su pasión y le ha reportado éxitos en todas las disciplinas deportivas en las que se ha desempeñado.

Camilo lleva 8 años practicando halterofilia y ha sido en varias ocasiones campeón regional, nacional, sudamericano e internacional de artes marciales mixtas y karate de contacto. Las pesas rusas, dice, las conoció como una alternativa de entrenamiento ya que permiten realizar movimientos a alta velocidad que potencian la resistencia, agilidad y equilibrio del deportista. Es así como Camilo las incorporó a su rutina de entrenamiento, la que complementa con recorridos semanales de 40 kilómetros, chalecos con peso y máscaras de hipoxia.

“Muchas personas no me tomaron en cuenta al principio, ´no tienes la genética para ganarle a los otros tipos´ me decían, que eran más musculosos, que no tenía ninguna habilidad deportiva que me diferenciara, pero yo me sostuve sólo en mi perseverancia”, cuenta este jóven de 27 años que sin embargo optó por usar a su favor características físicas que lo diferenciaban del resto, ya que su delgadez, considerando la disciplina, le da mayor flexibilidad y resistencia.

Por motivos de estudio vive actualmente en Concepción, pero ni sus responsabilidades académicas lo han apartado de su pasión. “Me levanto a las 8 de la mañana, entreno en San Pedro de la Paz de 10 a 11, después me voy corriendo a mi casa que queda a 10 kilómetros de distancia cerca de la Universidad San Sebastián y después hasta las 8 de la noche estoy en clases, o sino entrenaría dos veces al día”, confiesa y dice que su perseverancia y sacrificio lo han ayudado incluso a derribar las desconfianzas que profesionales del entrenamiento tenían de su desempeño, “puedo tocarme las caderas con los codos pero con las piernas estiradas y con 20 kilos en cada mano”, detalla haciendo gala de destrezas que dentro de la disciplina se transforman en desafíos personales que no muchos pueden lograr, pero él asimiló su gran potencia y futuro en el mundo de las pesas rusas cuando en un test de levantamiento logró romper el record del campeón nacional de 2014.

“La pasión es una forma de vida, uno no es deportista de lunes a viernes”, apunta este hombre que recibió una beca de excelencia deportiva y por la cual recibió una llamada del alcalde de Cañete y un depósito de dinero, lamenta que no lo llamaran para la entrega física del reconocimiento ya que a modo personal piensa que existe una falta de interés de las autoridades, algo lamentable dice ya que “considero que en Cañete el nivel deportivo es excelente… pero falta apoyo de las autoridades, hay que andar mendigando mucho el apoyo”, resume y cuenta que por fortuna ha logrado el apoyo de su centro de entrenamiento, en donde Camilo es imagen deportiva y al cual representa en torneos de gran nivel.

Mientras que prefiere concentrarse en lo suyo y entrenar y alistarse para ser parte del campeonato nacional de Kettlebell que tendrá lugar los próximos 26 y 27 de septiembre en el gimnasio de Candelaria en San Pedro de la Paz, comuna que patrocina la cita y donde Camilo competirá en la categoría de 20 kilos y será uno de los dos representantes regionales en esta competencia de nivel nacional, en la cual tiene todas las expectativas puestas ya que como él señala, “ha sido campeón en cada disciplina en la que ha participado” lo hizo en la de 16 kilos, ahora va por ésta nueva categoría de las pesas rusas, especialidad que en Chile logra cada vez más presencia.

Porque la perseverancia es también del trabajo en equipo, Camilo Jorquera quiere señalar lo siguiente: