POLICIAL: Dos experimentados timadores no contaron con que personal de Carabineros estuviera cerca del sector en que trataban de engañar a un inocente agricultor de 77 años de edad, aquello con la intención de quedarse con el dinero que minutos antes habÃa girado de una entidad financiera. Los estafadores fueron apresados por la policÃa uniformada y entregados a la justicia.
El olfato policial logró evitar que un adulto mayor cayera en las garras de dos estafadores. “La oportuna intervención de los funcionarios hizo posible que estos sujetos no pudieran concretar su fechorÃa (…) la presencia policial puso nervioso a estos individuos y al ser abordados se les encontró un fajo de diario cortado que aparentaba ser dinero, además de un boleto de loterÃa, elementos con los que esperaban engañar a su vÃctima”, detalló el mayor de Carabineros DarÃo Sandoval.
Fue asÃ, que Reinaldo Fuentealba Garabito (64) y Rolando MartÃnez Pareja (67), ambos con un nutrido prontuario policial, fueron detenidos por los astutos funcionarios de la Tercera ComisarÃa de Carabineros de Cañete. Estos sujetos tenÃan más de 14 causas judiciales por delitos de similares caracterÃsticas y registran domicilio en la comuna de Temuco, ciudad de la que se habÃan trasladado con el fin de embaucar a modestos ciudadanos de esta comuna de la provincia de Arauco.
La vÃctima, un campesino de la localidad de Contulmo, estuvo a punto de entregar el dinero solicitado. La idea era que esta persona se quedara con el boleto premiado de la loterÃa y dinero en efectivo a cambio de la platita que este hombre habÃa obtenido en el banco. “Estos sujetos abordaron a su vÃctima a menos de 30 metros de la entidad financiera, una vez, que se aseguraron de que llevaba dinero”, indicó el oficial de Carabineros
Los detenidos tras pasar algunas horas en la unidad policial, por instrucciones de la fiscalÃa, fueron dejados en libertad, pero citados posteriormente a declarar a las dependencias del Ministerio Público. Para buena fortuna de la vÃctima estos experimentados estafadores sólo se quedaron con las ganas de contarle el “Cuento del TÃo” a este inocente campesino.