Parecía ser que hasta el cielo se quería despedir de los abuelitos que trágicamente fallecieron el pasado domingo al interior del Hogar Digno Atardecer, ya que una incesante lluvia acompañó la misa y los funerales de los siete adultos mayores que fueron sepultados en el Cementerio Municipal de Cañete.  Mientras eso ocurría en Angol y Tirúa otros dos ancianos recibían cristiana sepultura.  De esta forma se cerró el capítulo de uno de los episodios más trágicos vividos en el último tiempo en la ciudad histórica.

Una multitudinaria misa oficiada por el arzobispo de Concepción, Fernando Chomali, se desarrolló a partir de las 15 horas en la parroquia Nuestra Señora del Carmen.  Los restos de Víctor Vera, Flaviano Bizama, Inés Rivera, Ana Palacios, Armanda Pastor, y Vitermino Segura recibieron el responso ecuménico para su eterno descanso.  Mientras en la localidad de Llenquehue en una de las iglesias evangélicas del sector Emilia San Martín también tuvo su oficio religioso, antes de partir al camposanto cañetino.

Miles de personas se desplazaron hasta el centro de Cañete, pese al aguacero que se dejó caer en la zona.  “Es triste morir de esa manera, por eso quisimos acompañar a los abuelitos.  Cañete es un pueblo en que nos conocemos y no podíamos faltar”, señaló Nidia Matamala, vecina de la población sargento Aguayo que brindó el último adiós a los adultos mayores fallecidos en la tragedia que provocó el incendio del hogar de ancianos.

Audolía Díaz, habitante de la localidad de Llenquehue, no se quiso perder la ocasión de acompañar a su vecina.  “Era muy buena persona, buena vecina, buena madre (…) es una gran pena su partida, más aún de la forma en que murió”, dijo esta cañetina que al igual que otros tres mil habitantes participaron de las exequias.

Para Pedro Mora, hijo de Ana Palacios, la muerte de su progenitora caló hondo.  “Mi madre llevaba cerca de cuatro años en el hogar, y me queda el sentimiento de no haberla sacado de ahí cuando pude (…) en fin el destino quiso otra cosa.  Ella era mujer muy tranquila, pero de repente era mal genio.  Una gran madre ante todo”, recordó este conocido dirigente de la localidad de Ponotro.

La misa fue acompañada por el intendente de la región del Bío Bío, Víctor Lobos, autoridad que manifestó su pesar por la tragedia.  “Hemos venido a solidarizar con las familias que perdieron a sus seres queridos, y por lo mismo, hoy nos hemos comprometido para hacer todo lo posible para volver a levantar este hogar de ancianos que es muy necesario para los habitantes de Cañete”.

En igual sentido la gobernadora de la provincia de Arauco, Flor Weisse, manifestó que “desde el minuto que nos enteramos de la tragedia hemos estado preocupados del futuro de los sobrevivientes y de las familias que perdieron a uno de sus integrantes.  Nos sumamos al duelo que ha vivido la comuna y la provincia de Arauco por esta gran pérdida, ya que son episodios que nadie quisiera vivir, pero Dios dispone y el mismo les dará el consuelo a las familias”.

Durante la misa seis de los diez sobrevivientes acompañaron a sus amigos que perdieron la vida trágicamente en el dantesco incendio que a su vez destruyó el hogar en que residían.  Estos adultos mayores se mostraron muy conmovidos, y por cierto no terminaban de comprender lo ocurrido, puesto que de la noche a la mañana sus vidas deberán dar un gran giro.

Daniel Roa