Una visita histórica recibió Curanilahue esta semana. El Nuncio Apostólico, Ivo Scapolo, visitó a los damnificados del terremoto que viven en la aldea La Tosca. Luego ofreció una homilía en la parroquia San José en la que el alcalde Benítez, en nombre de la comunidad, le entregó una virgen tallada en madera, mientras que el Nuncio le regaló una medalla bendecida por el propio Papa.

Monseñor Scapolo, acompañado del Arzobispo, Monseñor Fernando Chomali y su Obispo Auxiliar, Monseñor Pedro Ossandón, visitaron la comuna de Curanilahue el lunes 23 de abril.

Quisieron estar en Curanilahue para conocer la realidad de esta zona y compartir con los pobladores de aldeas (campamentos) que sufrieron daños en sus viviendas en el terremoto del 27 de febrero de 2010.

En un encuentro en la sede vecinal, Monseñor Scapolo escuchó con atención cada una de las experiencias vividas por los pobladores. El Nuncio agradeció el gesto y les dio la bendición a los habitantes de la aldea. Por su parte, los pobladores le regalaron pan amasado y copihues rojos, característicos de la cordillera de Nahuelbuta.

Más tarde, en la parroquia San José de Curanilahue, feligreses de todas las parroquias del Decanato Arauco, se reunieron para celebrar la eucaristía. En su homilía, Monseñor Scapolo recordó la experiencia vivida en la aldea del Cerro La Tosca. Resaltó “cómo las personas han sabido luchar, salir adelante y ser solidarios en medio de su pobreza. Son ejemplos que también nos dan consolación, porque podemos descubrir que aún hay gente buena en nuestra sociedad cercanos a nosotros como muchos cristianos que han vivido generosamente el Evangelio”.

Por su parte, el alcalde Benítez, presente en la homilía, al igual que la gobernadora Weisse y el diputado Norambuena, agradeció la visita regalándole una virgen tallada en madera por un artista local.