Unas quinientas personas acompañaron los restos mortales de Rodrigo Cifuentes Llanquileo, uno de los siete brigadistas que perecieron en la localidad de Carahue combatiendo un incendio forestal.  Tras un responso católico en la casa de la vÃctima el cortejo fúnebre se trasladó hasta el cementerio Mapuche de la localidad de Pocuno en Cañete.
En medio del dolor de sus hermanos y padres, y acompañado de amigos, vecinos, autoridades se desarrolló el funeral para despedir al malogrado brigadista fallecido trágicamente en el siniestro que destruyó un bosque de un predio de forestal Mininco en el sector de Casa Piedra en la novena región. Mientras se enterraban los restos cayó un intenso aguacero que hizo pensar que hasta el cielo lloró su partida de este esforzado joven cañetino.
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“TodavÃa no podemos asimilar que ya no está entre nosotros, pero habrá que ser fuerte y estar más unidos que nunca para intentar superar su partida.  Nunca pensamos que su vida terminarÃa de esta forma”, señaló su hermana Paola Cifuentes.  Respecto de la investigación que busca determinar si hay responsables del incendio indicó que “estamos tranquilos y dejando que la investigación siga su curso y hay responsables que se atengan a la ley”.
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Emilio Moya, brigadista que rescató los restos de Cifuentes Llanquileo, comentó que tiene sentimientos encontrados.  “Por un lado tengo la satisfacción de haber encontrado a mi compañero, pero por otro me embarga la tristeza de haber perdido a uno de los nuestros.  Su muerte y la de los otros seis nos tiene muy mal”, apuntó el experimentado combatiente de incendios forestales que ese dÃa escapó de milagro de las llamas.
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Daniel Roa.