Villa Los RÃos, en Los Ãlamos, la componen alrededor de 500 personas y habitan las 150 casas existentes en el lugar y que ahora son custodiadas por un comité de vigilancia rural, moderno, capacitado y en constante comunicación.
Jorge Fuentes, alcalde de la comuna es parte también de esta efectiva modalidad que ayuda a disminuir los indices de sensación de inseguridad. “Importé el modelo de juntas de vigilancia rural desde la novena región donde hay cerca de 140 de estos grupos que sirven para combatir el abigeato, Carabineros los apadrina y hacen todo un trabajo en coordinación con ellos”, explicó, además cuentan con el apoyo de la SubsecretarÃa de Prevención del Delito.
La primera que se creó en la provincia, recordó Fuentes, fue en Caramavida (Los Ãlamos) en 2013 y hoy es posible dar cuenta de la efectividad de este formato popular de vigilancia que ya en un año logró que casos de abigeato bajaran de 16 a 1 al año siguiente. Pangue (Los Ãlamos) fue el segundo en adoptar la medida, que fue reforzada con una caseta de control instalada por el municipio en el lugar y que hoy está en manos de vecinos.
En el caso de Villa Los RÃos, la intensificación de robos y otros delitos en el sector, de los cuales la mayorÃa fue denunciado, motivó a los vecinos a actuar y convertir desventajas como la lejanÃa o el aislamiento demográfico en estrategias de seguridad. “Estamos tan apartados que si nosotros tuviésemos una emergencia demoran mÃnimo 15 a 20 minutos en llegar Carabineros o ambulancias, siempre y cuando estén desocupadosâ€, con esa premisa, Ingrid Suazo, presidenta de la junta de vecinos N° 16 de Villa Los RÃos, inició junto a el resto de los habitantes del sector este comité.
“Vivimos aislados, algo habÃa que hacer, los robos no podÃan seguir ocurriendoâ€, detalló la dirigenta y explicó que primero se contactaron con Carabineros para solicitar apoyo como grupo vigilancia rural, el que decidieron formar hace algunos meses. Hoy medio centenar de vecinos lo integran y entre ellos se comunican con fluidez; en reuniones, capacitaciones y lo más novedoso, es que también utilizan la aplicación para teléfonos móviles inteligentes, WhatsApp.
“Creamos un grupo en WhatsApp y hay alrededor de 50 personas, estamos conectados durante el dÃa y la noche, tenemos vecinos en el grupo que pertenecen a cada extremo de la población, asà vigilamos desde nuestras mismas casasâ€, detalló con gran conformidad Ingrid y explicó que en caso de que la vigilancia sea vulnerada por desconocidos, ellos están preparados para enfrentar cualquier eventualidad, hasta la llegada de equipos de emergencia gracias a capacitaciones que desde hace un mes reciben por parte de Carabineros.
La dirigenta rescató que como efecto secundario, este proyecto les ha reportado mejor convivencia vecinal, amistad y respeto y lo más importante es que ya han reportado peligros, pero que gracias a su oportuno actuar no han pasado de ser sólo un alerta. Mientras que el municipio ya baraja la idea de potenciar grupos de vigilancia rural en otras zonas.