Se logró finalmente un acuerdo con los mineros de Curanilahue, que se mantuvieron movilizados por 14 días a 700 metros bajo tierra. Tras deponer la medida los 72 trabajadores salieron del yacimiento Santa Ana y se les realizaron chequeos médicos para establecer el estado de salud de los hombres. Minutos más tarde, en el Hospital de Curanilahue, Luis Chandía, presidente del sindicato de la mina y el intendente de la Región del BioBío, Rodrigo Díaz firmaron un convenio que según explicó Chandía, consiste en “un avenimiento con el Gobierno basado en cursos de capacitación con pago de manutención ($400.000.-)”.

“Estamos firmando un acuerdo que pone en primer lugar la integridad de las personas que están trabajando, nosostros estamos aquí para apaliar lo que están pasando, estamos entregando lo que podemos hacer como Gobierno, que son aportes sociales”, detalló el Intendente, ayuda que se concretará con la entrega de canastas familiares y pensiones de gracia para quienes correspondan. Paralelamente las conversaciones entre las partes analizaron la posibilidad de crear una nueva empresa, atraer un inversionista y así brindar continuidad a la empresa, expuso Chandía.

En cuanto al no pago de los sueldos Díaz señaló que, “en conjunto con la Ministra Ximena Rincón se ejercerán todas las acciones legales para recuperar lo que es de los mineros y que con su trabajo se ganaron. No es correcto que alguien que tiene un problema, lo eluda y no enfrente sus responsabilidades”, puntualizó la máxima autoridad regional, mientras que el vocero de los mineros adelantó que “no vamos a descansar, tenemos todas las acciones interpuestas en Tribunales y vamos a ir ahora tras los responsables que son el señor Danús y el señor Fontaine, esperemos que el Gobierno cumpla con su palabra y ponga la disposición legal y el apoyo para desenmascarar a estos señores y poder conseguir la indemnizacion y los sueldos que nos quedaron debiendo”.

COMPLEJA MANIFESTACIÓN

“Es muy difícil estar bajo la mina tanto días, hace mucho frio y los roedores nos pasaban por encima de nuestros cuerpos, pero estamos felices y damos gracias a Dios que no pasó ninguna tragedia”. Testimonios que resumen el contexto humano que se desarrolló a partir de esta movilización, otros señalaron “valió la pena, lo único que queremos es volver a casa”, hogares de los que se ausentaron por más de dos semanas y quienes los esperaban también apuntan a que la angustia que se vivía bajo la mina también lo hacía en la superficie, “soy hija y esposa de minero, no dormíamos pensábamos que podían salir muertos en cualquier momento”, señaló Isaura Fica quien anhelaba ver salir pronto a su esposo desde el yacimiento Santa Ana.

PROBLEMA MORAL

“Hoy estamos muy felices de haber podido lograr este acuerdo, muchos actores políticos, religiosos y gremiales lograron que los trabajadores abandonaran esta posición extrema”, expuso Luis Gengnagel Alcalde Curanilahue. Se trato de un hecho sin precedentes y por el cual debieron interceder agentes externos ya que ni con el dueño de la empresa, ni con inversionistas de esta sociedad anónima  se logró acuerdo alguno.

El monseñor Fernando Chomalí, Arzobispo de Concepción reflexionó y señaló que “este es mucho más que un problema económico o político, este es un problema moral. Hay personas que lo único que les importa es sacar la riqueza y dinero a costa del sudor de la frente de otros”, finalizó la autoridad religiosa.