Su confianza en el potencial ovino de la provincia de Arauco expresó el Seremi de Agricultura, José Manuel Rebolledo, luego de visitar los predios de propietarios de las comunas de Cañete y Tirúa que participan en el proyecto “Banco ganadero ovino” que desarrolla desde hace un año la sede de Cañete de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, (UCSC).

“A nosotros como Seremi de Agricultura, nos parece de mucho interés lo que lleva a cabo aquí la Universidad Católica, pues se trata de potenciar un rubro ancestral en la provincia de Arauco que, además, es uno de los pocos rubros que tiene su comercialización asegurada; son ovejas capaces de responder con una buena producción de carne y lana de calidad para así provocar progreso económico y social en este territorio”.

La experiencia piloto intenta mejorar y optimizar la productividad y comercialización de una especie que es parte de la tradición mapuche y campesina de Arauco. Destacó Rebolledo “el sello de integración y no de intervención” que inspira la iniciativa ya que se trabaja desde la cosmovisión del pueblo mapuche.

“La vocación del Territorio Arauco es ganadera, entre otras, y hoy tenemos más de 126 mil hectáreas destinadas a la ganadería y que con los ovinos podemos mejorar en tecnología y productividad, lo que finalmente permitirá a los beneficiados mejores ingresos”, aseguró el Seremi.

El Seremi indicó que los resultados exhibidos “alientan nuestro apoyo y, al mismo tiempo, nos hacen pensar muy seriamente en comenzar un trabajo con la gente, los productores, para extender este proyecto hacia toda la provincia -  ahora está reducido a Tirúa y Cañete-  y a agricultores mapuche y no mapuche”.

En el proyecto participan socias de la agrupación Relmu Witral, de Tirúa, quienes se benefician de contar con lana de oveja highlander, la que es óptima para hilar los preciados y diversos productos de sus talleres.

Entre las cualidades del proyecto el director de la sede Cañete de la UCSC, Eduardo Jeria, destacó: la poca superficie que requiere la producción ya que en una hectárea pueden ser criados hasta 20 ovinos, dependiendo de las características del predio; hay un rápido retorno y el precio es más del doble que el que se paga por ganado tradicional; hay un mercado con alta demanda por la carne ovina y la inversión en infraestructura es baja.