Un terrorífico torbellino sembró el pánico en las localidades de Paicaví, Ponotro y Quilihue, ya que dos casas, una bodega y una sede social terminaron dañadas por la fuerza del viento, además destruyó árboles y todo lo que encontró a su paso.

Era pasadas las 13.30 horas cuando desde el mar, según testigos, comenzó a avanzar una tromba que a medida que se acercó a las viviendas dejó una estela de destrucción que bien pudo haber sido peor.

“Se veía como una nube negra, pero a medida que se acercó nos dimos cuenta que era una especie de tornado (…) nos escondimos en la casa, pero sacó todo el techo”, contó Jorge Catrileo, vecino de la localidad de Paicaví, sector distante a unos 10 kilómetros de Cañete.

El torbellino siguió avanzando y llegó hasta la localidad de Ponotro, allí, la familia Jara Saravia vivió momentos de pavor. “La casa se movía más fuerte que el terremoto.  Duró casi dos minutos y pensábamos que nos íbamos a morir”, relató aún muy nerviosa, Yamilet Saravia.

El techo de la vivienda de esta familia terminó a unos 300 metros de distancia, el viento tumbó un estanque de agua y arrancó varios árboles.  “Fue horrible porque fue de un momento a otro”, agregó otros de los integrantes del grupo familiar.

Una sede social del sector de Quilihue también sufrió el embate de la naturaleza, y una bodega fue arrancada de cuajo.  El torbellino avanzó a lo menos unos 10 kilómetros de distancia.  “Por suerte este tornado pasó por el sector que es menos poblado, puesto que si pasa por la ciudad habría sido peor (…) nunca había pasado algo así”, comentó el comandante de Bomberos, Cristián Roa.